FORTALEZCAMOS LA FE EN DIOS

2 Como anhela la cierva corrientes de agua, así, mi alma te anhela a ti, oh Dios. 3 Mi alma está sedienta de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? 4 Mis lágrimas son mi pan noche y día, mientras todo el día me repiten: ¿Dónde está tu Dios? 5 Recordándolo, me desahogo conmigo: ¡cómo entraba en el recinto, cómo avanzaba hasta la casa de Dios, entre gritos de júbilo y acción de gracias, en el bullicio festivo! 6 ¿Por qué estás abatida, alma mía, por qué estás gimiendo? Espera en Dios, que aún le darás gracias: Salvador de mi rostro, 7 Dios mío. Cuando mi alma se angustia, entonces te recuerdo, pequeña Colina, desde el Jordán y el Hermón. 8 Una sima grita a otra sima con fragor de cascadas: tus oleadas y tus olas me han arrollado. 9 De día el Señor me brinda su amor, de noche me acompaña su canción, la canción al Dios de mi vida. 10 Diré: ¡Oh Dios, Roca mía!, ¿por qué me has olvidado? ¿por qué he de andar cabizbajo, acosado por el enemigo? 11 Por el quebranto de mis huesos se burlan mis adversarios; todo el día me repiten: ¿Dónde está tu Dios? 12 ¿Por qué estás abatida, alma mía, por qué estás gimiendo? Espera en Dios, que aún le darás gracias: Salvador de mi rostro, Dios mío. “SALMO 42”

Enseñanza o Reflexión: Hermanos y hermanas que poderoso salmo muchos tal vez lo leerán y no entenderán lo profundo de sus sencillas palabras, este texto nos enseña el poder de la fe y que esa fe puede mover montañas, porque cuando todo está perdido la fe debe estar hay fuerte como un pilar evitando que tu templo se caiga, pero para ello debemos trabajar y construir buenos cimientos para tu fe, para que jamás sea perturbada ni derribada por más difícil o fuerte que sea la situación, recuerda que la esperanza es desear que algo suceda, la fe es creer que sucederá y esa misma fe te exaltara de valentía para hacer que suceda, siempre y cuando sea para el bien.

Fraters y sorores ustedes son los únicos con el poder de edificar su fe y que formas darle, Dios padre todo poderoso nos da la libertad de elegir y de edificar, si construyes bien tu fe siempre tendrás la presencia de Dios a tu lado, es decir dependerá de ti, de tu voluntad, de tu corazón, de tu espíritu, recordando que nuestro padre celeste es de amor, de misericordia, es perdón. Entonces hermanos míos mediten, si en algún momento nos toca pasar por un proceso o situación difícil no pensemos que Dios nos a abandonados pensemos que nos hemos vulnerado y que hemos permitido que las potestades del mal nos pongan a prueba para que perdamos la fe en Dios nuestro señor, recordando que estas potestades malignas no descansan ni dan tregua a la hora de perder nuestras almas en las tinieblas.

Entonces hermanos míos la fe es un pilar importante de nuestra religión y de nuestra vidas, no habrá maldad que quiera hacernos vacilar y hacer caer nuestro pilar que es la fe, es de nuestra libre decisión que elegir tener o no tener fe en Dios nuestro señor, pues sabemos que todo hermano que tenga su fe verdadera puesta en el señor no habrá mal que lo haga titubear, no abra adversidad que la haga dudar y no habrá situación que lo confunda de la fe en Dios, está es la verdadera victoria en nuestra vidas. Recordándoles hermanos míos defendamos nuestra fe ante aquellos que quieran derribarla, que caiga nuestra sangre y carne pero nunca nuestra fe, pues esta proviene del espíritu.

✠ Frater: Edward J. Fuentes A.
Humilde servido de la Santísima Trinidad, hermano de lucha, al servicio de Dios todo poderoso.
Semper fidelis, in aeternum.
✠ ✠ ✠ TODO SEA POR LA GLORIA DE DIOS ✠ ✠ ✠
✠ NON NOBIS, DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM ✠