5 Recuerdo tu fe sincera, la que tuvo primero tu abuela Loide, después tu madre Eunice y ahora estoy seguro que también la tienes tú. Por eso te recuerdo que avives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. 7 Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, amor y templanza. 8 No te avergüences de dar testimonio de Dios, ni de mí, su prisionero; al contrario con la fuerza que Dios te da comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por la Buena Noticia. 9 Él nos salvó y llamó, destinándonos a ser santos, no por mérito de nuestras obras, sino por su propia iniciativa y gracia, que se nos concede desde la eternidad en nombre de Cristo Jesús “2 TIMOTEO 1:5-9”
Enseñanza o Reflexión: Hermanos y hermanas que esperan no sigan más sumergidos en el miedo en la inseguridad pues si son hijos de Dios hermanos cristianos, entonces no hay cabida para la cobardía salgamos firmes a la lucha en el espíritu y en la carne pues las potestades del mal esperan lo más mínimo para perdernos en la oscuridad.
Salgamos hermanos míos no tengamos miedo de anunciar que somos hijos de Dios, seamos hermanos en la cristiandad universal y verdadera, no esa cristiandad falsa que nos divide pues de ahí el mal se aprovecha.
Fraters y sorores recuerden que el enemigo es invisible pues no es físico ni es algo a que podamos darle o dañarle, pues este actúa por espíritu y a través de la corrupción de la mente y del corazón, al dejarla entrar y haberle permitido corromper lo ya mencionado, entonces se comenzara a manchar nuestro espíritu condenando a nuestra alma; al sentir envidia, rencor, soberbia, ira, tristeza, entre otros, son ventanas que dejamos abiertas a las potestades del mal y estas no dudaran en entrar y dañar desde adentro hacia fuera. Entonces hermanos mío Jesús nuestro señor nos da las armas infalibles sus enseñanzas, el poder de la fe y nos ha regalado un espíritu de fortaleza, amor y templanza, no nos avergoncemos de dar testimonio de Dios como Nuestro padre y de Jesús Nuestro Señor, hagamos la buena obra de Bien, es decir obra de humildad, caridad y lo mas importante el amor con nosotros mismo y con nuestro prójimo, limpiemos el corazón y tengamos un espíritu de fortaleza, y así es que Podremos hacerle un gran daño a las potestades del mal, para alcanzar la gloria y la gracia de Dios.
✠ Frater: Edward J. Fuentes A.
Humilde servido de la Santísima Trinidad, hermano de lucha, al servicio de Dios todo poderoso.
Semper fidelis, in aeternum.
✠ ✠ ✠ TODO SEA POR LA GLORIA DE DIOS ✠ ✠ ✠
✠ NON NOBIS, DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM ✠
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